La Bruselas tradicional

Los años en que Alba y yo vivimos en Bruselas (entre 2001 y 2005), elegimos la zona más tradicional y habitada por bruselenses de toda la vida, que incluso conocen el dialecto de la ciudad, y que por cierto son una especie a extinguir. Me refiero por supuesto a la Place du Grand Sablon.


Este es su lado oeste. En la plaza se dan cita las más celebradas y famosas chocolaterías de la ciudad, y los sábados y domingos no faltan las familias acaudaladas que se pasean por la plaza parando en sus pastelerías y cafeterías con coches clásicos restaurados o modernos de superlujo, a lucir palmito entre sus conocidos y amigos y a pasar el rato tomando el aperitivo o el café.


Este es el lado sur de la plaza, que acaba en el Cafe Leffe, uno de los locales que los meses con erre coloca en el exterior un écailler para sentarse un rato y, regadas con vinos blancos de Alsacia, merendarse unas ostras redondas de Zeeland (Holanda).


Y este es "Le Grain de Sable" (El Grano de Arena, pues la plaza está sobre un antiguo arenal), nuestro bar de cabecera y a unos cien metros de nuestra casa, que sólo cierra a las siete de la mañana para limpiar, y vuelve a abrir a las ocho para empezar a servir desayunos, y así hasta la hora de la comida. Mientras, si quieres quedarte, te sirven lo que quieras en las sillas que tienen en la plaza. En Bruselas casi todas las terrazas exteriores estás calefactadas con estufas de gas bajo las sombrillas / paraguas. Jamás he visto ese local cerrado. Arriba al fondo está la Iglesia del Grand Sablon, en fase de restauración por el lado que no se ve y que le dejó un color demasiado claro para mi gusto, y tras ella, la pequeña pero bellísima plaza hermana del Petit Sablon.