Manolo en el Tibet

Mi amigo Manolo, del que he hablado bastante en diversas entradas de este blog; está ahora destinado como diplomático en la Embajada en Pekín. Hace viajes por la China profunda y me ha enviado esta joya:


Que al responder le he comentado en los siguientes términos:

Esta foto es hipnótica, mielmano; no puedo dejar de mirarla fascinado, hechizado. En ella no falta nada: el gorrico casposo, el palo guarrindongo con los dos pajarracos que no sé si están vivos (no quiero ni imaginarlo) o disecados, tú haciendo la señal de la victoria con los dedos como Churchill, el cartelico de la izquierda con los precios de vete tú a saber qué pá los turistas gañanes que deben llegar a ese lugar en legiones; y luego ya para rozar lo sublime: las bolsas de plástico rojo en el suelo, que eso es impagable.

Pero el maestro de David Carradine el Pequeño Saltamontes, ahí, vivo todavía a sus 120 años, con más mierda que la barriga una burra (dile que no se le ocurra bañarse que se muere del tirón), agachadico humildemente con la barbica esa que si se la desparasitas puedes fundar un museo de entomología. Para eso ya no tengo palabras...

Grandioso.

Manolo, eres insuperable: eres una diosa egipcia. You're my fucking hero!!!

La Barcelona profunda

He aquí tres estampas de una Barcelona que se resiste a desaparecer y conserva tenaz en algunos confines imágenes de otrora.

Entrada a un pasaje en la Calle Montcada

Pasaje en la Calle Montcada

Lugares como este harán pensar a quienes han leído las novelas de Carlos Ruiz Zafón, que tal vez por ahí cerca se encuentra el Cementerio de los Libros Abandonados.

Y aquí podemos ver que algunas viviendas son pequeñas hasta extremos insospechados:

Balcón / trastero en la Ronda de Sant Antoni

Taxidermia creativa

Sí amigos, existen otras alternativas al nicho, la fosa, o el incinerado; que permiten el recuerdo sempiterno y real del ser querido que sólo abandona este mundo, pero puede quedarse con nosotros de cuerpo presente ad æternum.


En el salón, el recibidor, el asiento trasero del coche; en cualquier lugar el ser querido puede seguir siendo uno más de la familia.


Aunque a los niños cuesta engañarles, pero no es menos cierto que se conforman y distraen con cualquier cosa.

Un rayo de luz sobre la película "Camino"

Para quienes lo pasaron mal viendo la película "Camino", o ni siquiera se atrevieron a ir a verla (que sé de alguno); escenas del final del rodaje con Nerea Camacho (Camino) bailando y saltando maquillada, y también de Manuela Vellés cantando a la guitarra "The Mornig After", de Dover:



Así como el rodaje del primer beso de Camino (Nerea Camacho) con el chico al que le supuso más turbación en la vida real que en la película como puede verse:



Y recordemos todos que se trata de una obra de ficción, por mucho que esté lejanamente basada en desgracias -en muchos sentidos- hechos reales.

Barbería old fashion en el centro de Barcelona

Esta es una de las dos barberías a las que acudo para que me rasuren bien apurado la barba (con o sin perilla), y la cabeza, que me queda bruñida y lisa que da gloria acariciármela después.


A la izquierda aparezco reflejado en los especjos por partida doble mientras tomo las fotos, con el permiso de Jaume el barbero y propietario, claro. Debajo he colocado un detalle de adminículos que ya parecen de otros tiempos, pero que aquí aún son de uso habitual:


He aquí la vista que tiene el cliente desde la silla, que también puede verse enfrente, y debajo con más detalle, pues las sillas antiguas de barbero son uno de los utensilios más sofisticados y fascinantes que ha desarrollado el género humano. No faltan todo tipo de masajes, potingues, y todo lo clásico en un local que tiene de todo menos de metrosexual o de "psicoesteta":


La silla:


Et pour finir, con mi cámara a la derecha, una fila de adornos navideños que se ajustan con adecuación y coherencia al estilo del local:


Sólo queda por destacar la educación, la amabilidad, la excelente profesionalidad de Jaume, y el placer que supone dejar que pasee su cuchilla por mi pellejo.

Demonios y gorritos

El viernes pasado mi hija protagonizó -junto con todos sus compañeros del cole- una miniobra de teatro en la que cantaron unas canciones. Albita era un demonio, con cuernecitos y colita y todo, y hasta vestidita de rojo:


Hoy, en cambio, su mamá y mi mujer, Alba, ha decidido que le comprase un gorrito con una borla que... bueno, una imagen vale más que cien palabras:

Estampas en Navarra

Vamos a ver un par de estampas de mi tierra de nacimiento, Navarra, cuna del idioma euskera y la antigua Vasconia, y reino independiente hasta más tarde de 1492.

Aquí están en un rincón de mi casa, junto a una chimenea, mi mujer; dando una calada a un Cohiba -mío, por supuesto-; y mi madre, que en su placidez parece que se va quedando roque para pasar a protagonizar una siesta.


Y aquí podemos ver una escena rural, en la Sierra de Urbasa y Andía, en la que dos bóvidos, imagino que de diferente sexo, se disponen a darse un agasajo postinero:

Bodas de Plata en Toledo

Este año he pasado un fin de semana en Toledo, celebrando las Bodas de Plata de mi promoción en la Academia de Infantería; este es el salón de gala, en el que desayuné, comí y cené cada día durante los dos años que pasé allí:


Uno de los actos fue un coktail de bienvenida, en el que aparecemos un amigo y yo en primer plano (yo de espaldas). Ambos somos civiles, yo por retirado y él porque tras hacerse piloto militar de helicóptero en tercer curso, tras varios años de servicio dejó el Ejército, pero aparece de uniforme porque es oficial reservista de la Legión.


Sí, parece que en las fotos anteriores el escudo de la vidriera del techo sigue conservando en 2011 un cierto aire pretérito. Debajo estoy yo, detrás mío hay un soldado en uniforme de campaña mimetizado cuya función allí desconozco:


Y aquí también, luciendo las medallas que tengo pero en miniatura, que es como se llevan de paisano o en uniforme azul marino de etiqueta (el que se pone el rey cuando se le casa un hijo):


La pose y la expresión de la cara sólo obedecen a la resaca brutal de la juerga de la noche anterior. En la foto de debajo aparecen tres amigos íntimos míos -civiles también, es casualidad que tantos de mis amigos de la promoción y yo hayamos abandonado la carrera de las armas- con los que suelo quedar para celebrar con cenas-juerga los viejos tiempos; están borradas las caras de sus protagonistas, de igual manera que no cito sus nombres:

Els Barrils; desayuno con Tere, Francesc, Alba y Koke

Els Barrils es un bar restaurante típico de siempre en el centro de Barcelona, muy cerca de mi casa, y a él suelo ir a desayunar de tenedor o a comer, con amigos diversos, uno de ellos un inspector de Hacienda, pues casualmente trabaja en la Delegación de Barcelona que está a cien metro de mi casa.

Hace unos meses, no muchos, estuvo en la Ciudad Condal una amiga gallega que vive en Madrid, Tereixa de nombre, y junto con Francesc, nos fuimos a desayunar con ella al "Els Barrils". Estas son Alba, Koke y Tere:


Y este es Francesc dando buena cuenta de uno de los platos nada ligeros que se expenden para dsayunar. Yo estaba sentado al lado y si no recuerdo mal tomamos lo mismo:



Nótese el tipismo del establecimiento a través de su decoración, que alcanza su máximo exponente en al cuadro de la derecha de la primera foto con ese caballo, en fin: sin cometarios. La cocina y el trato excelentes, eso sí; que es lo único que importa.

El Rincón del Gastrópata

Tras visitar la parada de Encarna Mauri del Mercat Galbany de Barcelona, y después de adquirir mi partida anual de vino kosher; he aquí un desayuno comme il faut: pepinillos judíos -que no son ácidos-, vino judío francés kosher J. P. Chenet, uva Cabernet Sauvignon; embutido alemán leberwurst de hígado de cerdo, y fiambre alemán Rügenwalder de carne de cerdo. Una mezcla de lo más ecléptica, y, sobre todo, paradójica. Tengo suerte de que en casa la judía es mi mujer y no yo.

Mi niña en su primera RAM

Albita ha acudido a su primera RAM, que es un tipo de certamen anual que celebra una secta a la que pertenezco; hela aquí con su acreditación:


Aquí se conoce que se cansó y se tumbó:


Aquí empero el que me tumbé fui yo, porque las mañanas de resaca en ocasiones hacen dificultuoso levantarse de la cama, y pueden acaecer percances de todo tipo:


Pero mi nenita mira con comprensividad la actitud dudosa de su progenitor:


O vamos, es lo que supongo, porque uno nunca sabe lo que piensan y opinan los demás:


Pero al final papi la tranquilizó adoptando una pose seria, es más, en blanco y negro:


Patatas con Bacalao

Los platos de cuchara han sido siempre mis favoritos. Las patatas con bacalao me enseñó a cocinarlas mi madre -y a ella la suya, y así hasta la edad de piedra-, pero Koke, mi mujer, perfeccionó la receta, habiendo alcanzado actualmente la maestría con las directrices de mi progenitora y las mejoras de mi esposa. Veamos cómo se elabora esta maravilla picante (para una persona).


Ingredientes:
- 1 cebolla
- 1 ajo
- 1 pimiento verde
- 1 guindilla picante roja de cayena (mortal)
- 2 patatas
- 1 trozo de bacalao con piel
- aceite de oliva y sal

Tararííí... (¡zuerte maehtro!)

Sofreímos durante quince minutos la cebolla, ajo, pimiento verde y la guindilla.

Añadimos las patatas cortadas a trozos, y sofreímos otros cinco minutos.
Añadimos el bacalao cortado en dos para sofreír cinco minutos más.

Cubrimos de agua y hervimos a fuego lento, tapado, durante veinte minutos.
Dejamos reposar quince minutos.
El resultado puede verse en la fotografía.
Lo servimos con guindillas verdes en vinagre... y bien de pan y bien de vino.

Tortilla Española

Hoy vamos con el clásico de los clásicos: la tortilla española. Por supuesto, con cebolla, porque si no hablaríamos de otro plato diferente, o de otro tipo de tortilla. Acaso de otro planeta o de otra dimensión, porque sin cebolla no es tortilla.


Para elaborar esa delicia y que la disfruten dos personas, debemos tomar los siguientes ingredientes:

- 1 cebolla grande
- 4 patatas medianas
- 3 huevos (de la mejor calidad)
- aceite de oliva y sal

Procederemos a pelar y trocear las patatas y la cebolla, echarlas a una sartén con el aceite, y freír a fuego lento con el recipiente tapado.

Cuando estén fritas batiremos los tres huevos y los echaremos en la sartén sobre la cebolla y la patata.

Un vez acabada de cocinar y dorada al gusto por un lado, le daremos la vuelta a la tortilla -para lo que nos podemos servir de un plato- y acabaremos la cocción del otro lado.

El resultado puede verse en la fotografía obtenida en casa.

Caracoles del Villar de Huergo

El guiso de "Caracoles del Villar de Huergo" es otra receta que aprendí hace años en Asturias, y que bautizé así como homenaje a Manuel, nuestro anfitrión en los verdes confines cantábricos. Es necesaria una buena cantidad de caracoles, a ser posibles cogidos tras un día de lluvia, los suficientes en este caso para seis personas, un mínimo de dos kilos.


El resto de ingredientes:

- 2 cebollas grandes.
- 3 ajos.
- 5 chuletas de cordero a tacos.
- 5 trozos de cinta de lomo a tacos.
- 200 gr. de panceta a tacos.
- 200 gr. de bacon ahumado a tacos.
- 2 hojas de laurel.
- 2 ramas de tomillo.
- perejil picado.
- 2 vasos de vino blanco.
- 4 guindillas (pimienta cayena).

Los tacos habrán de ser muy finos, y las raciones de vino y de picante puede ser más generosas. De hecho lo fueron.

Comenzaremos abandonando los caracoles a la inanición durante unos cuatro días, para después lavarlos muy bien. En este momento se sumergen en sal gorda, lo que hace que mueran y, al lavarlos posteriormente, se les limpie la baba. A continuación se colocan en una olla con agua y se dejan hervir treinta minutos.
A continuación se elabora un sofrito en una sartén de gran tamaño como la que puede verse en la foto, con todos los ingredientes y aceite de oliva, que iremos removiendo con una cuchara de palo, y al que añadiremos los caracoles.
El laurel y el tomillo dejan un gusto especial en este guiso, que es necesario dejar cocer a fuego lento durante aproximadamente dos horas y media.

Las comidas de Ender está fenecido, por tanto... Angulas

El blog sobre gastronomía "Las Comidas de Ender", no tiene actividad desde 2009; por ello he decidido borrar de allí y trasladar aquí la media docena de recetas que publiqué hace unos años, por cuanto las siguientes cinco o seis entradas versarán sobre gastronomía hasta recuperar el rtimo habitual. Vamos a empezar con...

Angulas
Este es el aspecto que ofrecen las angulas antes de ser cocinadas, y el proceso es bien sencillo:


Siendo visceral el odio que siento por el sucedáneo que se conoce como “gulas” u otros nombres, sigo siendo un tradicional devorador de angulas en general, y de Aguinaga en particular. Querer es poder, y si quieres gastarte el dinero, puedes comerte las angulas.

Ingredientes para una persona:

250 gr. De angulas
3 cabezas de ajo
5 guindillas secas de pimienta de cayena (se puede incrementar o disminuir el número según nos guste más o menos el picante)
Aceite de oliva
1 botella de vino tinto de Burdeos “Châteu Margaux”, cosecha del noventa y seis (opcional y como acompañamiento)
Cortaremos el ajo en rodajas finas, y lo echaremos en una cazuela de barro junto con las guindillas y el aceite de oliva, colocándolo al fuego y esperando a que el aceite se caliente y el ajo llegue a alcanzar un tono dorado. Le iremos danto vueltas con una cuchara o tenedor de palo.

Aproximadamente este es el aspecto que ofrecerá el fondo de la perola cuando ya esté lista para echar en ella las angulas, mientras les vamos diciendo “os quiero a todas”.

Taparemos la perola de barro con una cobertera de aluminio, e iremos abriendo y removiendo periódicamente con el adminículo de madera unos segundos para volver a tapar. En el momento en que las angulas comiencen a exudar un jugo blanco, ya están listas para ser sacadas a la mesa, donde se dejarán unos instantes tapadas aún hasta que empiecen a dejar de hervir, por lo que la mesa deberá estar preparada completamente, y el vino abierto, antes del cocinado. Así es como quedan una vez elaboradas:


Al sentarnos a la mesa desconectaremos cualquier sistema por el que otras personas puedan ponerse en contacto con nosotros para que no nos interrumpan.

Cocletas

Este es el mejor regalo que he recibido en mucho tiempo, un original de Cocletas, el entrañable y querido pájaro protagonista de la serie "Exaltación de lo Improcedente", dibujado del puño de su autor Tanis Pan:


Y aquí pueden seguirse sus peripecias:

Asturias. Asando marisco en casa de Marigel

Este verano nos dimos varios homenajes gastronómicos, alguno de ellos con el marisco como materia prima fundamental. Este vídeo, quizá cruel para quienes no aman el marisco... en su faceta nutricional, tiene como protagonistas a unas ñoclas, conocidas como "buey de mar" fuera de Asturias, que son asadas en casa de Nuestros amigos Marigel y Manuel, con su chorrito de aceite de oliva, una botella de sidra autóctona por encima, y bien de sal gorda; y he aquí cómo se van cocinando leeentamente para el ulterior deleite con bien de champagne francés y una animada charla:



La ñocla o buey de mar es un sabroso crustáceo de gran tamaño que puede degustarse de muchas maneras, generalmente cocido; estos días pasados en Asturias en casa de mi amigo Manuel (Marqués del Villar de Huergo), gran cocinero, las he vuelto a probar a la plancha, y he aprendido a elaborar la receta que convirtió ya en 2005 este marisco en uno de mis favoritos.


Tomamos cinco piezas de la mejor calidad, y como puede verse en la foto superior, las colocamos vivas boca arriba sobre una plancha que ha de estar muy caliente. Ahí han de pasar treinta minutos, dándoles la vuelta aproximadamente cada cinco. Iremos echando aceite de oliva y sazonando con sal.
Transcurrida esa media hora, las cortaremos por la mitad utilizando una pequeña hacha y un trozo de madera, para continuar asándolas cinco minutos más, durante los cuales continuaremos añadiendo aceite, sal, y un truco clave: escanciaremos sobre las ñoclas sidra asturiana natural.

Es importante que en esta última fase coloquemos las partes cortadas sobre la plancha para acabar el cocinado, como puede verse en la foto de debajo.

Llegados a este punto, sólo queda ver el resultado en la tercera foto, con las diez mitades listas para ser saboreadas, convenientemente servidas y presentadas, y acompañadas con champán, sidra, vino, o lo que mejor apetezca y se tercie a cada cual.

Vickers 381, Menorca

En la isla de Menorca han existido durante muchas décadas las piezas de costa de factura británica Vickers 381, que son los milímetros del calibre del arma, o sea: el diámetro del ánima. Dos de ellas reciben en la puerta a los visitantes del "Imperial War Museum" de Londres, como pudimos comprobar hace unos años:




A Alba le pareció divertido cabalgar como puede verse, sobre el descomunal cañón de una de ellas hace algún tiempo en la isla de Menorca, ya silenciado por obsoleto. Menorca por cierto es uno de los lugares más apacibles, bellos y tranquilos que pueden visitarse; un excelente refugio para pasar unos días o semanas. Allí, y sobre todo en el vértice sudoeste de la isla, hay playas de aguas azul turquesa y cálidas, sin olas, y en las que no cubre, que nada tienen que envidias a las del caribe.


Cuarenta kilómetros de alcance tenían estos gigantescos artilugios, hasta que los misiles modernos llegaron para reemplazarlos.

Trayectos por Flandes, Alemania y Holanda

De los muchos recorridos que hemos hecho por Europa central, hay que reconocer que se encuentran cosas divertidas y hermosas; esta es la entrada a un pueblo de Flandes (Bélgica por el momento), que se llama como el apodo por el que soy conocido, si bien con una eme de más:



Aquí estamos Alba y yo con nuestro amigo Paco en Monschau, Alemania, un pueblecito extraordinariamente bello y pintoresco junto a la frontera belga:


Creo que en entradas anteriores hay más fotos de este lugar, porque hemos ido bastantes veces.

Y este es un divertido y peculiar parque - granja en Holanda, donde pude conocer a estos hermosos, adorables, y, sobre todo, apetitosos miembros del orden porcino. Mmmh... es que veo la foto y me pongo a salivar:


Mi afición por los coches

Una de mis grandes aficiones son los coches, no puedo negarlo; si bien me gustan grandes. Este es el Volvo 740 que compré en octubre de 1988, el mismo año en que conocí a la que ahora es mi mujer, que por cierto aparece con el coche en esta fotografía de mediados de los noventa del siglo pasado:


14 años lo tuve (junto con otros), y 460.000 km. sin ninguna avería digna de mención hice con él llegando hasta los lugares más recónditos, aunque sin salir del continente. El día que lo dejé funcionaba como el día que lo puse en marcha en la tienda. Increíble; y es que los Volvo de la Serie "7" son... (eran... snif...) así; como carros de combate, a bordo de ellos te sentías inmortal:





Así era por dentro; asientos delanteros:


Asientos traseros (nótese la anchura del apoyabrazos):



Más tarde pasé a la marca que es ya sin duda y para siempre, mi favorita: Mercedes. Este fue mi primer Mercedes, lo compré en Bruselas en 2002, era tan lujoso, tan suave, iba tan fino, era tan sofisticado, que viajar en él era como ir en avión, o en una nave espacial, porque mis amigos le llamaban el "Enterprise", en alusión a la nave de Star Trek. En Alemania, y por tanto legalmente, lo puse en una autopista a 244 km/h. Podría haber corrido más, pero no me dejaban subir de velocidad los Ferrari, Aston Martin, Bentley Continental GT, etc; que me hacían luces a 300 p.h. para que les dejase paso.

El color de la carrocería y de la tapicería era "azul teallite", lo recuerdo con cariño:


En la foto lleva matrícula diplomática belga, y bien, creo que por hoy de coches ya es suficiente.

El Tiburón

A mi niña le regalaron ayer un tiburón muy grande de goma, cargado de helio y con una serie de complementos extraordinariamente complejos y dos motores eléctricos, que vuela, funciona con un mando a distancia y es por tanto teledirigido. En teoría es para uso doméstico, y está previsto su uso y disfrute para niños de ocho años de edad o más. Esta cara puso cuando lo vio por primera vez:


Más tarde se le escapó en una esquina estrecha del despacho y atravesamos alguna que otra vicisitud para recuperarlo, como recoge esta filmación:



Tras ello recibió una llamada telefónica de su abuela y madre de este servidor, con la que departió durante casi una hora; eso sí, sin soltar el tiburón:


Primero como puede verse, con el teléfono "Heraldo" de bakelita de los años treinta, en el que la voz de cualquiera que te oiga o a quien oigas, suena igual que la de Matías Prats en los NO-DO de otrora, y más tarde ya supongo que cansada por el peso del aparato, con uno más moderno e inalámbrico:


Por la expresión parece que mi niña y mi progenitora trataron asuntos del más elevado interés.

Hoy empero, al ver de nuevo el ingenio pegado al techo, y ponerse de nuevo a jugar con él, me ha dicho algo tan explícito como lo que sigue: "Papá, este tiburón no me sirve para nada". Y ha pasado de él. Ahora espera su siguiente regalo, para variar, y con esa cara de ilusión que sólo saben poner las niñas pequeñas porque lo llevan en el código genético: