Aaay paaayooo...

Es triste de pedíl pero es más triste de robál. A ver si los agüelo o los reye li echan a la chiquilla un autico con arruedas, porque ese del afoto es el único que li hemos podío aligenciá pá que juegue.

Por fin Koke ve el mar

Pase a vivir en Barcelona, que es donde nació; y haber estado en Euskadi, Cantabria, Asturias... lugres todos ellos costeros, Koke no ha visto el mar hasta los catorce meses y medio, en concreto ayer domindo 18 de octubre de 2009. En la foto superior la familia Trap se desplaza escasos veinte km. desde el centro de la ciudad para que su rorro pueda obtener sus primeras impresiones sobre la playa y el agua.


Mami revela a Koke, que mira con curiosidad, el misterio de las aguas, en una soleada mañana de otoño (es que no somos mucho de verano).
Ante la más que evidente ausencia de entusiasmo de nuestra heredera y descendiente (que se baje de tu regazo Blas, parecía decir, que esas olas me da mucho zúto), Koke indica a Koke (manda suevos que se llamen igual y yo las llame igual) la beldad de la arena y el ir i venir de las mansas aguas de Mare Nostrum.


Koke y papi con el mar de fondo. Nooo... parece poner una carita de mucho entusiasmo.


Por fin, los felices, alegres y dicharacheros Trap, concluyen su excursión didáctica, en la que su retoño no ha acabado de verle el qué al rollo este de la playa. Ni que fuera hija nuestra... Eso sí, hacía un sol muy agradable y la brisa marina olía muy bien, preñada de yodo y todas esas cosas tan sanas y peculiares de que goza el aire marino. Pero vaya, vivimos a unos dos o tres km. del mar, en el centro de Barcelona.

Mi teclado

Este lastimero estado presenta el teclado de una de las computadoras que utilizo habitualmente. Lo cierto es que no es muy vieja, pero como escibo mucho, tecleo muy deprisa, sin mirar y con los diez dedos, pues primero se borran las letras, y después de desgastan las teclas en unos a modo de pequeños cráteres, quedando como se pueden ver en la foto.



El detalle de colocar una foto de mi mujer, Alba, sobre el teclado cumple la función de actuar como fedataria de que eso es mi teclado y esa es mi casa. Por esa razón es frecuente que cometa errores de taquimecanografía. No es que me esté excusando por ello -me la trae al pairo y en su caso me habría disculpado hace muchos años-, sino que ahora ha venido al caso comentarlo en otra diócesis de las que visito, leo, y en las que escribo.

Directora General

Hasta hace un rato no he podido entrar en Internet, Koke ha asumido el puesto de Directora General, como puede verse en la foto, usurpando mi sillón, y ha decidido quedarse ahí reestructurándolo todo. Cualquier intento de quitarla de la silla ha acabado en un mordisco o berrido. He tenido que pasearla -sobre la silla- por todo el despacho, dándo vueltas porque es giratoria (la silla, no Koke), y desplazándola en todas direcciones, pero sin acceder a soltar su escaño.
Coño, cuando un gremlin se adueña de tu casa ya nada es tuyo.
Por la cara que pone parece que le gusta el cargo... incluso demasiado.