Carita de pillina

Esta vez dos fotos robadas a mi rorro en una farmacia. No sé qué tiene esta niña que siempre parece que va a hacer algo que sembrará el terror entre los presentes, y el desconsuelo entre sus padres:


Oh oh, aquí abajo ya me ha pillado, pero ello no evitó que la pila de cajas de algún específico se desmoronase cual atrezzo de la película "55 Días en Pekín" en las escenas finales.

La Cara Oculta



Fui a ver "La Cara Oculta" con algo de reparo y dudas sobre si pasaría un buen rato, que es para lo que se paga cuando se va al cine según el género elegido. Pues en efecto la película logra su objetivo y por partida doble, al menos desde mi punto de vista; por una parte mantiene en vilo al espectador durante toda su duración, que es de lo que se trata en ese género a caballo entre el suspense y el terror; y por otra consigue la cinta que al salir de la sala, quien la ha visto pase un buen rato haciéndose preguntas. Es una película intrigante y llena de sorpresas, con algún errorcillo en el guión que puede pasar desapercibido y hasta se le puede perdonar, pero sin duda mereció la pena verla. Tiene el valor añadido de lo bonita que es la casa en que transcurre la acción principal y sus alrededores, y cómo no; de lo buenorras que están las dos chicas que la protagonizan. Pero sobre todo de lo inesperado del final.

Este es el tráiler de la película:



Vamos a cambiar de aires que ya está bien de la caló

Aaay, qué mal llevo esto de ser padre... demasiado mona, tendría que haber sido un niño feo y con una sola ceja.

¡Basta de calor!, nos hemos ido una semana en avión a un lugar verde y frondoso. Esta es Koke 2.0 durante el despegue.


Alba y Koke sobre un clima frondoso, húmedo y tonificante, ajenas a los calores de Barcelona.

Y aquí está mi nenita tan feliz con el cambio de aires. La idea de comprar ahí una casa nos ronda la mente más cerca cada año.


Koke y su inseparable Totón en la noche procelosa, a la búsqueda de trasgos y otros seres de los bosques.


Mi niña parece feliz en este paisaje, que es mi paisaje favorito; más que nada por el clima.


En el avión de vuelta sonrie luciendo la excelente piñata con la que muerde inmisericorde a su papá.

Mi bebé de tres añitos reción cumplidos

Y ahora, para los amantes de la aeronáutica, la aproximación nocturna y aterrizaje en Barcelona, con luna: