Alba en distintos estados y lugares

Con distintos aspectos y estados y en las situaciones y lugares más insospechados.

Alba cuando llevábamos poco años de novios, con cara de niñita y debajo retocada para arrebatarle ese aire de inocencia:



En el despacho de casa celebrando estas fiestas.


Hace años preparada para una recepción en la residencia del Embajador Prats, en Bruselas, ataviada al estilo castizo por imperativo legal.


Hace poco tiempo pero en un lugar bien remoto:



En Amberes hacia 2005 ante un fortín ante la Ría del puerto más grande de Bélgica, ella es lo más interesante de la foto y hacía un frío que pelaba, de modo que avío la foto como corresponde...


Y para acabar con dicharachera y rumbera alegría, aquí está mi niña la mayor en el Caribe, hace unos años, con un loro muy simpático.


Estampas en Toronto

Toronto es una ciudad agradable de visitar, siempre que sea en verano y no en estas fechas, que en Canadá hace fresquito en diciembre. Aquí aparezco yo en la avenida principal de la ciudad, y en efecto eso que llevo sobre la cabeza es la pelusilla que me sale si me la dejo larga y me la anasagastizo un poco logrando parecer un no-calvo según la claridad del lugar.


Esta es Alba en el Toronto Eaton Centre, cubierto, climatizado, en el que no falta de nada e imprescindible para un lugar en el que varios meses al año el hielo y la nieve lo cubren todo.


Aquí mi esposa se dedica a perseguir ardillas, bichito simpático donde los haya, por el centro de Toronto...


...hasta que se encuentra a los pocos metros con The Church of the Holy Trinity:


Con la entrada en mayor detalle y ese aire british tan clásico del país gigante y bilingüe.


Y nos despedimos de la metrópoli con una mirada a sus edificaciones evitando fotos de la CN Tower o las Niagara Falls porque de esas las hay a millones por todas partes. Y sobre todo reconociendo que los perritos calientes que sirven en los puestos ambulantes están varios puntos por encima de deliciosos.


Regreso de Navarra a Barcelona

Anteayer regresamos de pasar una semana en Navarra. Se acabó el crepitar de las brasas en la chimenea de casa, la ausencia de Internet (por propia voluntad, que mi pueblo tiene hasta gas natural corriente en las casas y fibra óptica de 100 megas), y así de ameno discurrió el viaje de regreso a Barcelona de tres horas y media, esta vez en tren que ahora casi vuela a 250 km/h. Atrás dejamos el Ayuntamiento del pueblo de noche entre la niebla el día antes de marchar:


Y durante el viaje saqué algunas fotos a mi niña con el teléfono:


Que ella no dudó en devolverme incluyéndose a sí misma en el reflejo del cristal...


Pero en esta aparezco con cierto aire impresionista, una escuela artística que no puedo negar que me entusiasma:


No pude evitar corresponder a Albita con otra variación de corte retratista que se ajusta más a mi especialidad:


Y luego habrá quien se aburra en el tren.

El Olentzero

El 24 de diciembre llegó el Olentzero a mi pueblo en Navarra. Mi hijilla tuvo ocasión de conocerle y con el teléfono inmortalicé el momento con baja calidad técnica pero elevado interés histórico. Koke recibió regalos suyos en persona, y también al día siguiente en distintas casas del pueblo.



Microcámara Japonesa Toyoca 16

Microcámara Japonesa Toyoca 16. Esta miniatura diseñada en los años cincuenta, cumplía muchas funciones, entre ellas servir como caro capricho y juguete, porque funciona de verdad, pero también fue utilizada por los servicios de inteligencia de diversos países ya que en aquella época la tecnología disponible era la que había.



Con el carrete abierto. Espero conseguir carretes nuevos y en uso como ese el próximo mes de abril, en que en un viaje a China permitirá que saltemos a Japón para entre otras muchas cosas visitar el Barrio de Akihawara, donde puede hallarse lo más inimaginable en cuestiones de tecnología japonesa.


El obturador para regular la entrada de luz:


La vista posterior para enfocar la cámara y debajo vista de frente.



Y aquí estoy yo con ella, porque el ejemplar es mío, la conservo desde finales de los años sesenta en que me la regalaron por mi Primera Comunión en la Navarra profunda. Aaay... mi primita Sara, la que está en el centro, pero si no hacía fata que fueras tan guapa, hombre, sólo para hacerme sufrir.


Y por último una foto que realicé en los años setenta con la Toyoca al Edificio Colón, de Barcelona, cuyos laterales tienen la peculiaridad de estar en torsión.


Escribir un libro, plantar un árbol... y si no te apetece pues aquí está la solución

Si hay que escribir un libro y plantar un árbol, teniendo el cuenta el poco tiempo disponible si mañana se acaba el mundo, o si a más de uno no le apetece, os ofrezco esta rápida y sencilla alternativa. Se puede hacer sin salir de casa.

(© Francesc Pedrosa​)




Amigos Guipuzcoanos

Estos son algunos amigos guipuzcoanos, como Nadia y Vailima en la primera foto, que muestran ojazos y poderío, además de la habilidad de la británico-guipuzcoana para decorar las tiritas que me coloco en el careto.


He aquí a Mikel, dirigiendo una perorata con tintes de encíclica poco antes del amanecer, en la que explica prácticamente todo lo necesario para seguir una vida recta y pura a quien quiera escucharle. Se le ve concentrado, no hay duda. Qué gran orador y con qué entrega y denuedo difunde las verdades.


Y aquí está Jesús, que día a día va logrando su objetivo de parecerse cada vez más a Friedrich Nietzsche, amén de ser una de las mentes más preclaras de Euskadi.


Electrolumen

Una vez motorizado Lumen, la flota de vehículos puede distribuir su mensaje por los cuatro puntos cardinales. Hombre, las fragonetas son algo cutres, pero como no las conduzco yo...


Más Vicisitudes en Madrid

Sandra regaló a Koke un libro sobre dinosaurios que le gustó mucho, y la escena de la niña escuchando las explicaciones causó cierta expectación entre la concurrencia como puede verse.



Definitivamente, creo que la firma Lacoste debería pagarme comisión.


Como cada vez que nos encontramos en cualquier lugar del mundo, me coloqué una tirita, y Nadia Shishtawi procedió a decorarla.


Con este resultado y esta pinta de malo de película de 007:



Ver a mi niña haciendo el cabra y diviertiéndose con otra gente menuda, o no tan menuda, fue para mí lo mejor del viaje.


El que está en el suelo es Fernando (otro Fernando), con un don especial para con los niños a los que no lograba quitarse de encima.



Unos días en la Villa y Corte

De resién estuvimos varios días en Madrid, capital del Reino de España del que por ahora seguimos siendo ciudadanos. Camino de la la Villa y Corte el 6 de diciembre de 2012, tras un alto en el camino Koke no quería amarrarse de nuevo al coche y se subió encima a jugar, tras la comida en La Almunia de Doña Godina.


El el reputado establecimiento "La Bola" del centro nos fundimos en un proceso de fagocitación con el excepcional cocido que allí se elabora. Con gas, por supuesto. He aquí a nuestro bebé de cuatro años y medio con su mami dispuestas a recibir su dosis.


Y claro, viajar es lo que tiene, que conoces gente, por ello aquí estoy de madrugada y cerca de Colón en un bar con pseudofamosos como Javier Coronas y el Chiquilicuatre (de espaldas para mostrar su cabellera rizada este último). Qué impresionada parece la moza de la derecha de la foto:


Y aquí empero con mi amiga Saori Fujita, asturiana como su nombre pone en evidencia (no es broma, no es japonesa).


No faltaron los paseos por el centro de la ciudad, que comparada con Barcelona y por la cantidad de gente que circula por sus calles hace pensar más bien en Benarés.


Y mi niña no quiso dejar de probarse modelitos y gafas de todo tipo.


En fin, han sido unos días muy divertidos de los que merece mención especial la piscina climatizada ubicada en la parte más alta del hotel, mi hijilla se hizo (y me hizo) muy devota de esas instalaciones, por no hablar de la suite enorme, que estar bien ubicado e instalado hace más placenteros los viajes.