Koke en Gante
Alba, hace un par de años, con la torre del Carillón de Gante detrás, su reloj suena muy lindo al dar las horas.
Es más o menos conocido que el Duque de Alba se hizo tristemente famoso entre los flamencos (u holandeses, pero en particular los belgas de habla neerlandesa) por lo cruel que fue la época en que, aquella antigua provincia española, estuvo sometida por los Tercios de Flandes, al mando del noble susodicho.
Se suele decir que en Bélgica no se amenaza a los niños que no duermen o no comen con el “Coco”, sino con el Duque de Alba, y existe un bar llamado “Le Roy d’Espagne” en la Grand Place de Bruselas -probablemente la plaza más bella del mundo*-, de cuyo techo cuelgan nuestros antiguos soldados.
Brujas y Gante son dos ciudades particularmente pintorescas, mucho más hermosas que la capital federal, y Gante, además, está a escasa media hora de Bxl, por lo que Koke y yo solíamos ir –hasta hace unos meses hemos vivido en Flandes- con frecuencia. En Gante hay menos turistas y más tranquilidad, peeeeero, hablan mal el francés, pues son flamencos, y, en cierta ocasión, el consuno de una serie de factores trajo como consecuencia una divertida anécdota:
Koke reservó mesa en un bonito restorán de la ciudad (cuna de Carlos Quinto), típicamente decorado, que por un lado da a una calle medieval y por el otro a uno de los canales. Al telefonear, mi churri no dijo su apellido, “Andreu”, porque la “e” y la “u” son jodidas de pronunciar en francés y, en particular, si te manejas con flamencos con su tradicional antipatía hacia la lengua de Molière, así que reservó la mesa a nombre de “Alba”, de sencillo deletreo (y además es que Koke se llama Alba).
Al entrar aquella tarde con nuestros amigos en el local, nuestras voces y aspecto español indignaron a quienes allí nos recibieron, que nos indicaron que la broma no tenia ninguna gracia, que no les parecía tolerable que unos españoles hubiesen reservado una mesa a nombre de “Alba”, que eso era como ser alemán y reservar mesa en Tel-Aviv a nombre de “Hitler”.
Para solucionar la situación y desfacer el entuerto, Koke mostró su carnet de identidad (el carnet belga) en el que podía verse que, en efecto, mi mujer se llama de nombre como el duque de tan nefanda memoria entre los flamencos.
La reacción fue aún peor, el camarero se echó las manos a la cabeza y exclamó en neerlandés: “¡En España ponen 'Alba' de nombre a las niñas!”.
Pero en fin, al cabo de poco todo quedó resuelto, y desapareció cualquier atisbo de sospecha de mala fe tras una amigable charla. Supongo que era un lugar, o un sujeto, particularmente sensible, o tal vez demasiado apegado a los estereotipos, o acaso un hombre falto de cariño, que, como sabemos, es la falta de cariño lo que llena los bares.
* La Grande Place (o Grote Markt) de Bruselas, cuando una vez al año forman una alfombra con flores:
El ayuntamiento más bonito y la obra civil gótica más alta del mundo:
Juasjuasjuasjuas. Me iamgino al belga en cuestión rojo como un tomate y con una vena del cerebro a punto de reventarle mientras tiene lugar la escena ;)
ResponderEliminarPues así fue, Proctinencia Reverendísima, mientras cuanto explico acaecía yo no podía decir nada, porque a duras penas podía gobernar mis esfínteres de la risa que me causaba la situación, hay que ver hasta qué punto a la gente le preocupan según qué chuminadas.
ResponderEliminarClaro, la culpa es de los padres, que las nombran como a putas. O algo así.
ResponderEliminarJuás, pues para ti su padre -mi suegro- sí que tiene un nombre puto, bástese el detalle de que se apellida "Andreu i Ripoll", ¿a que mola?, ¿cómo?, ¿que mola más "Mola"?, jojojo... estos fachorros mesetarios...
ResponderEliminarBué, el caso es que, por chungo que a los kartofeln neonazis flamencos les parezca cruel "Alba", a mí me parece un nombre tierno, de manera que, cuando me enfado con mi señora -cada década o así, porque hay que ver la de cosas que me aguanta- la llamo "María de la Albación del Perpetuo Socorro", que suena más ostentóreo.
¿Me podrías dar las señas de tu señor suegro, por ventura?
ResponderEliminarTengo unas latillas de ZyklonB que caducan... en Marzo de 1946. Bueno, creo que caducadas todavía son más chungas.
El mundo enterooo ha de vibrarrrr
Con la higieeeene sociaaaallll...
Mi suegro es un inofensivo votante de CiU, to the end and the corporal ("al fin y al cabo" en inglés) no son tan particularmente insidiosos este tipo de polacos.
ResponderEliminarY ahora, vamos con el tema versionado de la canción de Cola-Loca para la Higiene Social:
[Musica]
El mundo limpio dejaraaas
de détritus social...
ni un solo suido quedaráaa,
sobre su faaaz
A XXXXXX exterminaráaas
y a XXXXXXX también,
y a XXXXXX ¿cómo no?
con zyclom béee...
(coros)
[barítonos]
- La chispa de la vidaaa...
[contraltos]
- Zyclom bé es asi...
[sopranos]
- Exterminaaar...
[tenores]
- Gas, gas, gas...
(todos)
Y el mundo limpio quedará,
pará la eternidáaad
(todos)
UUUH...
"Pejigueras" no sé, pero "Escrúpulos" me suena que es una isla griega.
ResponderEliminarEn cambio speculos son unas galletas que se toman donde tu estuviste.
ResponderEliminarN´est pas.
Y os gustaría vivir en un país tan verde y limpio como Bélgica y no en la piel de toro, achicharrada por los incendios y destrozada por un urbanismo salvaje, además de pagar una fortuna por una mierda de piso, con unos salarios de mierda...
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