Una Ducha con Gas

Yo estaba en casa de un amigo, en Castellón, y pregunté por el baño para ducharme. Estaba en la ducha con la mampara translúcida corrida, a punto de empezar a duchar mi cuerpo humano, aún no había abierto el agua, era un grifo termostático... y se abrió la puerta del baño, alguien entró muy rápido, canturreando ("Me Olvidé de Vivir" de Julio Iglesias), con el ruido de llevar una revista o similares en la mano, y sin tiempo -mío- de pestañear, se bajó los refajos, se sentó, apretó, ventoseó, y ya estaba cagando y resolviendo el autodefinido.

Y yo en la ducha más quieto que el David de Miguel Ángel, ni respiraba... porque la peste de la cagada tampoco daba muchas alternativas a una apnea más bien duradera.

Y claro, no dije ni mu; yo en cueros en la ducha, y quien sea cagando a un metro de mí sin saber de mi presencia.

Por suerte acabó, se limpió el bullarengue, pedorreó un poco más, y se largó. Y yo sin saber cómo logré contener la risa, por no asustar e infartar al/la cagón/a.

Luego me duché, sí, pero de mal rollo; porque olía regular allí dentro, por el trauma de la experiencia vivida, y por el miedo a que entrase otro usuario a hacer lo que sea.