Si un aparato no es suficiente, no duda en descolgar otro para mantener dos conversaciones de manera simultánea, como puede verse.
Y se ríe, vaaaya si se ríe. Sólo ella sabe a quién llama o quien la llama, porque aún no entendemos su idioma, y encima lo habla tan deprisa que nos va a costar lo nuestro. Pero hela ahí, despiporrándose de risa con alguna picardía que estará compartiendo... ¿tal vez con seres de otros mundos o dimensiones?
Y por último y si es necesario, nuestro rorro sabe también poner ojitos de perrito pachón y de buena; para no irse a dormir aún, para que no parezca que ha roto algo, para que le hagas -aún más- casito, para que le dejes hacer algo que no es oportuno... en fin: su habilidad para el chantaje emocional, como se desprende de su expresión en esa foto, es de manual de especialista.
Fer
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios: