En esta otra película de Arnold con tintes apocalípticos, llega la escena clave en la que ha de enfrentarse a la abominación demoníaca para salvar como es lógico al mundo, y en la que el sacerdote de turno le pregunta por su grado de fe para enfrentarse a semejante lance.
El segundo austríaco más famoso de todos los tiempos, le contesta escueto y conciso: "Between your faith and my Glock nine millimeter, I'll take the Glock."
Glock es una fábrica austríaca de armas de fuego en general, y de pistolas en particular (las mejores del mundo). Soy fan de esa empresa a través Facebook porque me introdujo en ella mi amigo Francesc. En la fotografía yo apunto a la cámara con mi Glock 19 de 9mm parabellum, en la que puede verse el cartucho full metal jacket dentro de la recámara.
Pesa entre poco y nada, dispara rápido y preciso, es ergonómica y agradable de llevar encima por su poco volumen y su escaso medio kilo de peso (tengo licencia de armas).
Arnorld no es un intelectual, qué duda cabe; pero de armas entiende: no en vano la CIA, el FBI, la DEA, y tantos otros organismos, se sirven de este adminículo moderno y funcional para que les guarde de todo mal. Algunos días yo no sabría salir a la calle sin ella.
Y no, en la foto no llevo una camiseta de rayas, sino un auténtica telnyaskha reglamentaria rusa (ex-soviética, de hecho) de las Tropas de Asalto Aerotransportables (pulsa el enlace):