Fotos tomados desde el Hospital de Barcelona a diferentes horas del día, de la noche, del amanecer y del atardecer. Planta nº 15.
Tignes, esquiando en verano en la Savoya Francesa
Aquí estoy, en septiembre de 1994, en el teleférico de Tignes, en los Alpes de la Savoya Francesa, a 3.600 metros de altitud. A esa altura cuesta respirar, empieza a haber poco oxígeno en el aire.
Pero los descensos por las pistas son eternos, dura horas y horas.
Abajo puede verse el lago de Tignes, a 2.200 metros de altitud. Por las noches las cenas eran muy copiosas.
Me dijeron que se esquía sobre hielo que se va aguando a medida que llega el mediodía, pero no fue así: el primer día cayó una tormenta y estuvimos esquiando sobre nieve polvo durante más de una semana.
Ah, y por aquel entonces yo aún no era calvo, como puede verse.
Las rayas tras de mí son del metacrilato de la cabina.
A la Espera de Noticias
Mi suegra, la madre de Alba,
lleva varios días ingresada en el Hospital de Barcelona, hoy la han operado y
entre que tiene 85 años y está bastante mal hemos pasado y seguimos pasando
unos días preocupados por ella.
Pero todas las cosas tiene
su vista positiva. Como estas vistas al atardecer, antes de entrar en
quirófano, desde su habitación en la planta 15, que da a la Diagonal.
En
fin, a ver si se recupera pronto y sale de esta con bien.
El Nuevo Casino Español de Estella
He aquí el Nuevo Casino Español de Estella, a finales de 2014. Y cerrado, por cierto.
El mejor souvenir turístico de Barcelona
Toreritos, toros y bailaoras sevillanas en
tiendas de souvenirs de las Ramblas de Barcelona, exquisitamente elaborados con
la factura clásica de baldosas de colores rotas al estilo de Gaudí, para que
los turistas se lleven de esta ciudad la mejor de las impresiones.
Primer selfie de mi niña en junio de 2012, a los 3 años de edad
Este es el primer selfie que se hizo mi niña en
junio de 2012, cuando aún tenía 3 años, o al menos hasta que indagando en móviles y cámaras no encuentre otro anterior.
El Arte de Tirarse Pedos
Sus Majestades Serenísimas los Reyes Magos de
Occidente (con los de Oriente no quiero saber nada) me han traído esta noche,
entre otras cosas, esta joya inmarcesible. Imposible empezar el año con mayor empaque proctomántico.
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