Mi nenita ya come papillitas, de frutas y de verduras, como puede verse en la foto en plena deglución dirigida por Koke. Está con los ojitos cerrados por el flash de la cámara, pero es que me hace mucha gracia ver cómo de la teta pasa al biberón, de éste a la papillita de frutas que le hace su mamá, después a la de verduritas, y el mes que viene legará ya a fundirse con trozos de animales muertos por prescripción de su pediatra.
La verdad es que del mismo modo que no le puse bujeros en las orejitas -eso que lo decida ella, que soy su padre y no su dueño-, si se decanta en el futuro por ser vegetariana, o vegana, o, como dice un activista radical en un capítulo de los Simpson: "no comer nada que proyecte sombra"; deberá ser ella quien lo decida.
Yo sólo sé que este jueves he organizado una cena multitudinaria cuyo plato principal es el jabalí.
De todos modos, los animales se alimentan de plantas, o de animales que se alimentas de plantas, por tanto; en realidad todos somos vegetarianos netos en diversas fases de procesamiento. Y nunca hay que olvidar que en último extremo, la carne es la fuerza, es la energía, y hemos de considerar la estimulante sensación de fundirse en un proceso místico de fagocitación en que te haces uno con la vaca, el buey, o el animal de mar, aire o tierra que pase a incorporarse a nuestro ser.
La verdad es que del mismo modo que no le puse bujeros en las orejitas -eso que lo decida ella, que soy su padre y no su dueño-, si se decanta en el futuro por ser vegetariana, o vegana, o, como dice un activista radical en un capítulo de los Simpson: "no comer nada que proyecte sombra"; deberá ser ella quien lo decida.
Yo sólo sé que este jueves he organizado una cena multitudinaria cuyo plato principal es el jabalí.
De todos modos, los animales se alimentan de plantas, o de animales que se alimentas de plantas, por tanto; en realidad todos somos vegetarianos netos en diversas fases de procesamiento. Y nunca hay que olvidar que en último extremo, la carne es la fuerza, es la energía, y hemos de considerar la estimulante sensación de fundirse en un proceso místico de fagocitación en que te haces uno con la vaca, el buey, o el animal de mar, aire o tierra que pase a incorporarse a nuestro ser.
Fer