Rabas de bogavante en el Mesón Gele de Santander. Pocas cosas he probado tan deliciosas... si no fuera porque mi hija se comió medio plato. No le enseñé cómo es un bogavante, claro, que si no se asusta.
Mont Bar de Barcelona
Entrante en la barra de un restaurante de la Calle Aribau de barcelona, el Mont Bar; se trata de tartar de atún con una especie de bosquecillo de minisetas por encima. El local es precioso y la comida y la forma de servirla moderna y original pero muy buena.
"Mont Bar se propuso llevar hasta el corazón de Barcelona un trocito del Valle de Arán y transformar una oferta culinaria digna de un gastronómico en una experiencia informal y desenfadada.", dice en su reseña.
Mia, la perrita de la amiga de mami
Esta tarde, Koke ha conocido a la perrita Mia, raza schnauzer, de una amiga nuestra que ha pasado la tarde en casa.
Gaseosa de otros tiempos, hoy
Al llegar a mi pueblo en Navarra, cuando vamos de fin de semana, de las primeras actividades en que participo está una cena con los amigos el viernes por la noche. Y por supuesto, además de la insuperable calidad de la comida, y de la calidad humana de la compañía, se sirve gaseosa de la de antes con el clásico sistema de apertura y cierre que sólo recordamos los que ya tenemos unos añitos.
El envite de las olas durante la tempestad
El poder del envite de las olas, en la Península de la Magdalena de Santander, ha llegado en una tempestad a doblar así estas barandillas de acero. Como para haber estado ahí plantando cara al mar como se suele hacer en los paseos marítimos cuando hay olas gigantes.
El último suspiro del comunismo
Dentro de esta pequeña lata se guarda el último suspiro del comunismo. Referido, claro, al de la Era Soviética en Europa. Me dieron la lata (no me aburrieron hablando, sino que me regalaron lo de la foto) en Budapest, en 1.999. Me pidieron que no la abriera por si acaso, aunque yo creo que dentro sólo hay aire, igual que en todas las ideologías políticas. Son las personas y sus actitudes lo que cuenta.
Cena en el Serbal, de Santander
Recientemente cené, como suelo hacer, en el restaurante Serbal, del centro de Santander en el barrio de Puertochico. Debajo de mi casa. Este menú de degustación, con maridaje de vinos diferentes para cada plato, vale 50 € lo que me parece un precio de risa; por ello lo publico y lo recomiendo. Tiene una estrella Michelin.
Enlace a la web de este restaurante, y en concreto a los tres menús de degustación; para todos los gustos y para todos los bolsillos. Con IVA incluido:
Menús del restaurante Serbal
Menús del restaurante Serbal
Anuncios de un mundo olvidado
Una nueva entrega de joyas de la publicidad, en realidad no tan lejanas, pero inocentes y sobre todo singulares y peculiares. Gracias a Jose GC y Ana Echeverría.
Para todo hay que tener arte
Qué bien le sienta estéticamente a Alba, mi mujer, dar cuenta de un habano. Un Cohiba Lancero, en este caso.
Hay que ver cómo cambian los tiempos...
Las vueltas que dan los criterios y valores humanos en cada lugar dan unos vuelcos sorprendentes con el paso de los años. Estos anuncios, en realidad no tan lejanos, son un buen ejemplo de ello.
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