Acaba el episodio de Cuarto Milenio hacia la 01:30 de la madrugada del lunes, emitido en directo en Canal 4, y de inmediato comienza el siguiente episodio, este en diferido. Todos los domingos noche desde la 23:00 hasta las 04:00 y desde hace casi una docena de años sigue en antena, cada vez con mayor éxito. Puede verse la cantidad de recursos que emplea Mediaset en este programa sólo con mirar la calidad de los escenarios y demás recursos (hasta cortometrajes y auténticos fichajes estrella).
La hora es tardía en España, se debe a que se emite con vocación de ser visto por la tarde en países de habla hispana, desde Argentina y Chile hasta los USA. Allí las magufadas aún tienen más éxito que en nuestra piel de toro.
Miro el programa porque puedo hacerlo, y porque el uso que hago de él es como espacio “de risa”, y no es poca la que me causa. Y lo simultaneo con leer, tomar una infusión, o asomarme a Internet a ver otras cosas, pues soy noctámbulo.
Pero me fascina, me maravilla, me indigna; de todo un poco, que esta homeopatía televisiva sea lo que más se vende en el mundo de habla hispana, porque esa es la cruda realidad.
Los otros productos de Mediaset son basura en general, y en particular los de Tele 5; cuatro horas de Sálvame cinco días a la semana, las Campos (madre e hija) cada sábado y domingo, Gran Hermano con o sin VIP. Creo que se salva a duras penas Pasapalabra; yo al menos eché ahí unas risas y aprendí que por “listo” que seas has de concentrarte y no tomártelo en coña, quien tenga curiosidad me verá el día 13 de marzo.
Pero concluyo que la televisión, y en España su mayor divulgador Mediaset con su batería de canales; o emite para zotes, o es que realmente lo son / somos la mayoría en este país. O, para ser sinceros; si es lo que mayor audiencia tiene, es evidentemente lo que la gente quiere.
¿Es posible que “Mujeres y Hombres y Viceversa” dure tanto en pantalla? Pero si son chonis y canis analfabetos funcionales. Bueno, al menos después empieza “Cámbiame” en que visten, peinan y maquillan –por un día- a alguien con mala traza. Y todos se emocionan y hasta lloran porque con semejante chorrada, “le han cambiado la vida”.
Y en este contexto me pregunto dos cosas; ¿estamos exentos las personas normales de esta orgía de idiocia global en los medios?, ¿son los resultados de las elecciones políticas fiel reflejo de lo que la televisión nos muestra o nos enseña que gusta a la mayoría?