«De todos mis ascensos, el último fue el más rápido», (Tip y Coll, 1984).
Hoy sí me ha apetecido comparar una sentencia de la que tanto se habla (Cassandra), con algo que dijeron los mayores maestros del humor en televisión y en hora de máxima audiencia. Pero sin expresar simpatías por la condenada. Sólo pienso que no debió ser condenada a nada (valga la cacofonía), pero ella no me gusta como operaba ya en 2012 ni las cosas que decía; que dicho sea de paso se han vuelto contra ella: