Aludir al “coqueteo” con la droga es una expresión ya antigua, tiene décadas. Pero vengo observando que ya se ha cronificado, como tantos otros usos perversos en el lenguaje. Hoy ya coquetea o ha coqueteado con la droga cualquier persona que padece o haya padecido adicción, ya no se aplica sólo a usuarios ocasionales, ni como era también frecuente, a personajes famosos y populares (ser ignoto: drogadicto, personaje: coquetea con la droga).
Ya nadie es adicto, que es enfermo, y desde luego ya no existe el ·vicio”, que si empleas ese término para referirte a alguien que toma drogas, me pregunto si el Código Penal no tendrá previsto ya poder acusarte de algún tipo de delito contra la dignidad de la persona. Ahora todo el que se droga, lo que hace es coquetear eufemísticamente con ella.
Desde crío interpreté que ese coqueteo significaba que el interfecto –porque es que ahora se van muriendo de doce en doce los famosos- había probado una raya de coca en un par de fiestas, y/o se había fumado unos porros durante una época de su vida o se agarraba alguna que otra borrachera.
Ahora leo biografías de celebridades fallecidas en los últimos años, y realmente estaban enganchados a una, dos, o más substancias tóxicas de los tipos más diversos durante mucho tiempo; y con frecuencia a varias a la vez durante años.
Eso no es “coquetear”, eso es ser adicto, y las consecuencias por desgracia incluyen en bastantes casos la muerte.
¿Sería una manera de quitar el estigma sobre este asunto legalizar las drogas, todas (no sólo el tabaco y el alcohol), y dejar libertad a cada cual? Lo cierto es que, en una situación así, y sobre todo si fuera global, se acabaría con el narcotráfico, los cárteles de la droga, y las barbaridades que comenten que se asemejan a auténticas guerras (con salvajadas peores que las del Daesh), y se descongestionarían bastante las cárceles.
Estos son sólo cuatro de los que se cuentan entre los elegidos. Los "coquetos".
Estos son sólo cuatro de los que se cuentan entre los elegidos. Los "coquetos".