Por suerte resulta, o al menos en nuestro caso, compatible tener una hijilla con salir de juerga por la noche con los amigos de vez en cuando. Aquí estamos tres amigos a la salida de cenar. Más abajo aparezco momentos más tarde en un bar del que algunos amigos y conocidos somos habituales, aparejándome un gintonic, y decorado con algo que al parecer llaman "boa" y que tiene su gracia como ornamento (parezco un fornido travestí).