A mediados de octubre de cada año se abre la temporada de la caza en mi pueblo, en Navarra; y el Ayuntamiento de la villa organiza fiestas y fastos de todo tipo. La tradición dice que los pescadores salen a pescar, y los cazadores a cazar, pero lo cierto es que ya apenas quedan ni caza, ni cazadores. Por ello, se compra carne de animales de los que antes se cazaban, y se organiza una fiesta al más puro estilo del final de los episodios de Astérix.
También se sueltan vaquillas por las calles del pueblo, sin que se les someta a daño, tortura ni acoso algunos; sencillamente quien quiere corre delante, detrás o al lado de ellas, y después regresan a los lugares en que habitan (no entiendo del tema ni me interesa el mundo taurino).
En fin, este breve vídeo trata de resumir en unos 20 segundos el evento en cuestión, y he de decir que los peces sí que se pescan de verdad, y los cocina desde hace 32 años mi amigo Santi, que aparece enorme como es él a mi lado en la primera imagen.