Hoy he visitado el Valle de Liébana, pero esta vez invitado por mi amigo Aurelio Botin y el Gremio de Hosteleros de Cantabria, que también me han regalado con este apoteósico cocido lebaniego de los mejores que he trasegado hasta la fecha. Aquí estoy con Aurelio que me ha servido hasta que no cabía más en el plato.