Lo más serio que puede hacer Puigdemont, lo único que podría hacerle recuperar algo de credibilidad, es comparecer en un lugar imprevisto diferente del Parlament o el Palau de la Generalitat (una estación de metro, o la playa de la Barceloneta, por ejemplo), con un orinal sobre la cabeza, y declarando cualquier cosa no importa el qué, pero que incluya la anexión de Andorra a Cataluña. Algo de ese tipo podría además hacer que todos entendiéramos mejor (o en alguna medida) sus planteamientos e intenciones. Un par de días ingresado, diagnosis de brote psicótico, y a casa con su prestigio recuperado.
Cualquier otra alternativa, ignota y con la infinidad de opciones que han llegado a barajarse y hasta a anunciarse formalmente en este día delirante, conduce directamente al caos. No sé de nadie en la historia (del mundo), que haya perjudicado tanto a sus propias convicciones como este hombre. Empiezo a pensar que es un agente de la extrema derecha española infiltrado, como muchos pensaron de otro que invadió la URSS y declaró la guerra a los Estados Unidos el mismo año: "ese es/fue un infiltrado judío", decían y siguen diciendo de él. Que su cadáver no apareciera jamás apoya esa tesis... (espero que el President no se acabe suicidando desesperado).