El Cementerio Judío de Varsovia es uno de los más bellos que he visitado jamás. Allí el tiempo se detuvo hace mucho tiempo, probablemente para siempre. Pero la belleza de ese lugar es eterna, y fascinante el respeto con que ha sido tratado pese a su antigüedad, como puede verse muy anterior a la Segunda Guerra Mundial. Nadie lo ha tocado desde mucho antes, ni tampoco después. Hay cosas y lugares que hacen enmudecer por su belleza... si te gustan los cementerios, claro.