El 30 de diciembre del año pasado -o sea, la semana pasada- nos reunimos un grupo de amigos, algunos con nuestros retoños, para acudir a comer y posteriormente pasar la tarde en casa. Es de destacar el restorán Flamant, en el centro de Barcelona, por lo refinado de su cocina, lo bello del enorme local, y sus razonabilísimos precios; enlazo la web de este excelente establecimiento:
http://www.flamantrestaurant.com/
A mi asturiana amiga Saori (de
origen obviamente nipón como puede verse) le gustó mi bandera Imperial
Japonesa, con la que pude retratarla en estas dos instantáneas. En una de ellas
con la mirada parece decir "esta me la pagarás", y es que de los
japos no te puedes fiar, que el año pasado en Euskadi Saori en una batalla con fusiles
láser me mató cinco veces (que se dice pronto).
Nuestros bebés juegan felices en el suelo, y hasta se atreven a desafiar las absurdas supersticiones abriendo un paraguas dentro de casa.
Y aquí aparece
el alegre grupito menos yo (alguien tenía que sacar la foto) con Saori Fujita
con un devocionario entre sus manos presta a rezar el Sagrado Rosario
vulnerando sus ideas sintoístas.