Pasar a primera fila
Hoy ha fallecido el padre de mi amigo Ramón quien a su vez es padre de dos niñas preciosas. Recuerdo cuando contaba cómo su abuelo, a los 97 años, se preocupaba por el futuro que le esperaba.
Cuando desaparecen los abuelos, quedan los padres, y cuando tu padre ya no está, tú pasas a la primera fila del orden natural sucesorio en la vida. Es "natural" que dejes de existir antes que tus hijos.
Desgraciadamente esta muerte se ha producido fuera de la norma habitual por tratarse de un hombre joven (68 años), y no es por tanto algo que se pueda tomar con la serenidad de cuando se han superado los 80. Hoy casi ya los 85 dada la longevidad del mundo en que habitamos. En el funeral de Bud Spencer sonaba música y había alegría, pero se ha ido con 86 años.
Hoy aún puedo mirar hacia atrás y hacia adelante, a mi hija, y a mis padres, que si nada inusual ocurre, desaparecerán antes que yo. Ambos viven aún. Pero desde que cumplieron 80 años (tienen 83) vivo con cierta angustia porque un día ya no estarán. También con la alegría de haberles visto llegar a esta edad con una aceptable calidad de vida.
Pero estas situaciones me hacen ver que los humanos avanzamos en filas hacia los primeros puestos, que llegan siempre, inexorables. Conviene recordarlo POCO, no ha de ser una obsesión; pero sí de vez en cuando para valorar más y mejor las cosas y, sobre todo, a las personas que nos rodean.