Marta tiene la fea costumbre de teletransportarse al más puro estilo de Star Trek cada vez que me abalanzo sobre ella, pero sombre; si al fin y al cabo sólo es una broma para salir en las fotos. Aquí puede verse cómo desaparece en cuestión de segundos antes de mi llegada.
En cambio Carlos comparte licores espirituosos sin mostrar innecesarios temores ni susceptibilidades, en plácidas y divertidas noches de apacible sosiego barcelonés.