En estos lugares dispares he estado en los últimos tiempos, sólo unas veces, acompañado las otras, por trabajo o por ocio.
El Riesenrad del Prater en Viena.
Tunel en Hamburgo bajo el río Elba.
Playa de Tel Aviv, construida con arena traída del Desierto del Negev, y con zonas cubiertas de césped e irrigadas por aspersión.
Cementerio judío en Jerusalem Este, que al atardecer toma ese color
violáceo por el tipo de piedra con que están elaboradas las lápidas.