Muchas tardes voy a recoger a mi niña al cole. Estudia P4. Después de darnos besitos y decirnos cositas cariñosas, me levanta los bracitos, y entonces me la subo encima de los hombros, y así la llevo hasta casa. Desde la bolsa que prepara su mamá, Alba, voy dándole la merienda y el zumo, me van cayendo migas por la cabeza y los hombros. Me suele hacer que le compre algún cromo o chuchería en el kiosko por el que pasamos. Y al llegar cerca de casa me hace que la baje, le doy el dinero, y ella entra en el bar de delante de casa y se compra un helado-sandwich. Luego me hace que nos quedemos en la entrada de casa sentadita en las escaleras mientras se come un trocito (deja la mitad o más), y por fin decide que subamos a casa por las escaleras. Otros días me dice que la lleve al parque a jugar con sus amiguitos, y allí se puede pasar una hora o dos, y algunas veces me hace llevarla a la heladería de debajo de casa y pide una bola de helado de chocolate; esto es lo que hace con ella:
"Papá, te quiero muchísimo" (Alba Celaya)