Acto tan denostado como está en los días descreídos que nos toca transitar, pues encomendarse a la Santísima Virgen del Perpetuo Socorro del Sagrado Corazón de Jesús puede resultar extraordinariamente útil. Quizá no técnica u operativamente, pero sí en momentos en los que flaquea el ánimo, y hasta los más escépticos nos vemos abocados a refugiarnos en la fe.
¿Cómo si no hubiese tenido yo suevos de montarme en el Dragon Khan y además pasármelo bien? Hasta repetí un par de veces.
En cambio mi niña se lo pasa de coña nadando con esos bichos, estaría horas con ellos; si estará feliz que hasta tiene los ojillos cerrados de alegría. Para que luego tilden a las féminas de ser el sexo débil. Y además en el Caribe, zona del planeta cuyo sistema sanitario no sé yo si es el más indicado para que te pase ningún percance.