Al llegar a mi pueblo en Navarra, cuando vamos de fin de semana, de las primeras actividades en que participo está una cena con los amigos el viernes por la noche. Y por supuesto, además de la insuperable calidad de la comida, y de la calidad humana de la compañía, se sirve gaseosa de la de antes con el clásico sistema de apertura y cierre que sólo recordamos los que ya tenemos unos añitos.