Mi niña, con unos amigos, en el Cachitos de la
Rambla de Cataluña de Barcelona (un bar - cocktaileria sensacional donde
solemos llevar a quienes visitan la Ciudad Condal). Junio 2015, aún no se le
habían caído los dos diente de arriba y todavía no parecía una draculina.
Este establecimiento, tanto fuera en la terraza, como dentro del paseo principal de la avenida, es uno de los más atractivos de la ciudad. Hay otras entradas en este blog dedicadas a él. No le falta una coctelería regentada por un premiado especialista en la materia.