Este es el trato respetuoso
y distante que mi hija de seis años proporciona al clásico Mercedes de 12
cilindros en V de 6.000 c.c, blindado, de 1994, que adquirí hace cuatro meses y
que me tiene el alma robada (hasta que se le caiga el cambio de marchas al suelo
o le salte una biela por el capó).
Tras
la foto la subí sobre mis piernas, y como era la urbanización en que vive un
amigo, sin controles policiales, dejé a mi nenita llevar el panzer alemán a 70
y 80 km / hora. Sólo el volante, porque es automático.