Yo diría que en ocasiones nos olvidamos qué cosa es la filosofía, ejercicio esencialmente intelectual y fundamentalmente de debate y pensamiento, que alcanzó su máximo exponente y se manifestó en su manera más pura y ejemplar ("ejemplar" en el sentido de que sigue siendo el ejemplo como base y punto de partida) en la Grecia Clásica de hace dos milenios y medio hasta el principio de la Era Común (que los cristianos llaman AC/DC (Antes de Cristo/Después de Cristo).
Por tanto no hay que dejar como es lógico de lado la ciencia en todos sus aspectos y por lo que he visto siempre, las matemáticas muy en particular a la vista de que todo está conformado en el plano de lo físico por cosas que se pueden medir en longitudes y formas, que cuya esencia en cuanto a composición es compleja y discutible, y me refiero a las partículas elementales.
De hecho al hablar del mundo infinitesimal discutiendo sobre sus particularidades estamos haciendo filosofía al estilo clásico, y al decir "universo" o "cosmos", podemos hallar ambas cosas en una uña de cualquiera de nuestros dedos porque está compuesta de átomos y sus partículas, que a misterio, grandiosidad inmensurable en lo que a sus espacios y proporciones se refiere, infinitud, y demás componentes, no hay Universo ni Cosmos que lo supere.
Habitamos en realidad a la altura de nuestras retinas, a mitad de camino entre un átomo y una galaxia.
Y en medio está el tiempo que para muchos -yo entre ellos- es sólo una sensación de cambio entre los humanos (al margen de su uso clave como factor en la ciencia, claro está), y la sempiterna duda entre la incapacidad humana para aprehender la eternidad en cualquiera de sus dimensiones (espacio o tiempo), o la finitud. Nos son imposibles de imaginar, de representar y de entender. De hecho el origen de las religiones, el miedo a la muerte, es en realidad "miedo a la nada", esto es, miedo a la sensación de no ser, de no existir; paradoja de paradojas pues si no existes no sientes.
Por ello creo que es inevitable que partiendo necesariamente de la ciencia, y dado que con los elementos euclidianos de que disponemos no somos capaces de comprender la realidad de que formamos parte, acaba imponiéndose el pensamiento subjetivo que tiene mucho de intuitivo y poco de científico.
Porque como digo: es filosofía. Cuando no es religión. La frontera en ocasiones parece difícil de discernir.
Creo que todos somos premio Nobel en ignorancia (me refiero a la filosofía, e incluyo a Sócrates).
Fernando
"Habla para que yo te vea" (Sócrates)