La Guerra de Osetia, que implicó también a Abjasia (su segunda guerra en este caso), supuso tras el reconocimiento de la independencia de ambas repúblicas por parte de Rusia, la intervención de fuerzas militares de Tierra, Mar (Flota del Mar Negro) y Aire rusas que lograron afianzar ambos estados como independientes "de facto" pese a que tienen muy pocos reconocimientos internacionales. Pero tienen ambos la suerte de contar con frontera con la Federación Rusa, lo que les permite existir como satélites de la Madre Rusia y su "zar" Putin. Esto nos muestra que la independencia, en la mayoría de los casos, la alcanza quien puede, y acostumbra a ser por la fuerza; fuerza propia, o fuerza procedente del exterior.