¡Qué guay! Como ya no pueden ser más ricos ni más famosos por el cine, ahora a la Antártida con Greenpeace, que las agencias de viajes no te llevan. Y de paso se hacen, además de famosos, santos; de tan buenos que son porque nos enseñan a los humanos, a los mortales; qué cosa es la contaminación, y nos conciencian de los problemas del mundo que desconocíamos, hasta que al fin los hermanos Bardem han decidido enseñarnos a todos. Gracias; Jesucristo, Buda, Mahoma y Virgen de Regla por estos dos hombres tan buenos y tan sabios que tanto bien hacen al mundo y de los que tantísimo vamos a aprender.
Estábamos solos y ellos nos enseñarán y nos iluminarán el camino. Madre mía, la Atlánt... no, espera. Es Antártida. Y se escribe sin hache, ¿verdad? Si lo he escrito mal perdonadme. Lo importante es que el mundo sepa que estos dos son más buenos que las personas normales. Antes se adoraba o veneraba a los santos y a los beatos. Ahora tenemos a los Bardem, que como no cabe en sus vidas más fama ni en sus cuentas más dinero, han abrazado el apostolado y la santidad de salvar el mundo y enseñar. Estoy llorando como una tonnnnnnnnnnta... Que Dios les bendiga. Al fin sé dónde está y qué pasa en la Atlántid... no, en la Antártida. Hasta ahora no tenía ni idea.
"...llevarnos a nosotros y que fuéramos un poco los ojos de la gente", dice el bueno de Carlos Bardem. Jo, pues yo casi preferiría haber ido en persona y verlo con mis ojos en lugar de a través de los tuyos. Pero claro, yo soy "la gente", y tú no. Personas así me hacen sentir pequeño por su grandeza, su bondad, y ante todo su humildad.