Mi nenita con un ternero en una granja de los montes. El animalito parece cariñoso, pero mi niña no está según su carita muy convencida de hacerle mimos. Claro, es la primera vez que ve un bebé de vaca y le debe parecer muy grande.
En la actualidad ya no se ordeña a mano casi en ninguna parte.
Con un ternero en la Cantabria profunda. Profunda de dejar a Asturias en Manhattan por comparación; caminos, valles y bosques que no pensaba que existiesen ya en esta península.