Alba ha localizado esta sensacional casa abandonada en el Sardinero de Santander, y está deseando convencerme para entrar una noche a explorar los misterios que se guardan entre sus paredes. Así que voy a pensar si me apetece o no pasar una noche en el calabozo, porque nos pillarán seguro. A ver si la echo atrás persuadiéndola de que hay espetros.