Tignes, esquiando en verano en la Savoya Francesa

Aquí estoy, en septiembre de 1994, en el teleférico de Tignes, en los Alpes de la Savoya Francesa, a 3.600 metros de altitud. A esa altura cuesta respirar, empieza a haber poco oxígeno en el aire.

Pero los descensos por las pistas son eternos, dura horas y horas.

Abajo puede verse el lago de Tignes, a 2.200 metros de altitud. Por las noches las cenas eran muy copiosas.

Me dijeron que se esquía sobre hielo que se va aguando a medida que llega el mediodía, pero no fue así: el primer día cayó una tormenta y estuvimos esquiando sobre nieve polvo durante más de una semana.

Ah, y por aquel entonces yo aún no era calvo, como puede verse.

Las rayas tras de mí son del metacrilato de la cabina.