Esta mañana temprano mi amada esposa Alba
Andreu me ha
servido un delicioso desayuno con sus tostadas, su mantequilla, mermelada,
nocilla, miel, leche, etc; pero mi hijilla Alba
Celaya se ha
abalanzado sobre mi pitanza y sin la menor consideración ni respeto por su
padre ha comenzado a dar buena cuenta de lo que era mío. Hemos acabado
desayunando a medias, al alimón.