Hace ya varios meses recibimos la visita en
Barcelona de dos conocidos, búlgara ella y canadiense él. Nos dimos cita en un
restaurante en una reunión a la que asistieron más personas, y entre otros
detalles que pueden verse en la foto trajeron sendas botellas de vino, búlgaro,
y, oh sorpresa, un tinto canadiense; que cómo no: fueron servidos para
acompañar a la cena.