A mí sí me gustan según qué colas, en particular las colas de pescado automovilísticas de mediados del siglo pasado. Este enlace previo puede coadyuvar a que las cinco imágenes de debajo hagan evocar tiempos en que los coches no parecían supositorios, como la mayoría de los de ahora:
Y estas cinco son de mis colas favoritas: