Hemos pasado la primera semana de septiembre en Asturias, en la casa que mi amigo Manuel (Marqués del Villar de Huergo, primera foto) tiene en un pueblecito del concejo de Nava. Es un antiguo lagar –donde se hacía la sidra-, muy bonito y acogedor (segunda foto), ubicado en mitad de la espesura agreste y profunda, con unas vistas increíbles desde todas partes, y donde de noche sólo se ven las estrellas y no se oye absolutamente nada. De hecho, la gente de ciudad creo que lo pasa reguleramente en sitios así.
La foto de Koke está tomada desde la casa, y la última, en que aparecemos Rubén, Manuel y yo, también. Ello puede dar una idea de lo tranquilo, silvestre y frondoso del entorno. Hemos pasado unos días muy placenteros las tres parejitas.
La foto de Koke está tomada desde la casa, y la última, en que aparecemos Rubén, Manuel y yo, también. Ello puede dar una idea de lo tranquilo, silvestre y frondoso del entorno. Hemos pasado unos días muy placenteros las tres parejitas.
La noche que llegamos, nos recibió en la carretera un mapache, que caminó delante de mi coche bastantes metros. Hay que decir que desde Nava hasta el pueblecito la carretera de unos seis km. no es mucho más ancha que el coche, llena de curvas y engullida literalmente por la vegetación. Koke me hizo parar y se bajó para llamar ar mapashito, que se subió a un montículo y no se marchó, pero tampoco vino.
Por las mañanas, la madre de Marigel, esposa de Manuel y amiga nuestra, nos traía tortas de maíz recién hechas y aún calientes, de maíz cultivado en casa, por cierto, allí todas las casas tienen grandes fincas anejas.
Por las mañanas, la madre de Marigel, esposa de Manuel y amiga nuestra, nos traía tortas de maíz recién hechas y aún calientes, de maíz cultivado en casa, por cierto, allí todas las casas tienen grandes fincas anejas.
Como siempre que vamos a Asturias hemos visitado lugares bonitos y pintorescos, pero me quedo con la paz de estos días, y con la felicidad de compartir buenos ratos con buenos amigos. Bué, también me quedo con las recetas aprendidas de Manuel; como las ñoclas a la plancha:
Y los “caracoles del Villar de Huergo”:
Ambas elaboradas en casa. Los caracoles picaban mucho. Vaya pinta resacosa y de macarras que tenemos en la foto de debajo, con la de años que hemos pasado juntos en embajadas y delegaciones diplomáticas. Mi camiseta es de Cálico Lúbrico, no de Cálico Electrónico, conviene aclarar las cosas.
Resacosos puede, pero limpios se os ve muy limpios ;)
ResponderEliminarLumen, si cada vez que sales de paseo te traes una receta, o dos, vas a desbordar el blog ese... XDDD
ResponderEliminarUn Saludo,
Ender
KUKUNI FÉ,
ResponderEliminarHA SIDO UN PLACER ACOGERTE A TÍ Y A ALBITA EN EL PRINCIPADO,TE AGRADEZCO TODOS LOS BUENOS COMENTARIOS AL RESPECTO Y GRACIAS POR VUESTRA VISITA PURIFICADORA PARA MÍ.
TAKE CARE,WE´LL SEE SOON.
PS:POR SER LIMPIOS,SÍ QUE DOY FÉ,DE QUE LO SOMOS Y MUCHO.POR SUPUESTO SOLO NOS GUSTAN LAS MUJERES LIMPIAS,EN CUANTO A MÍ,ME BAÑO CADA DÍA EN ACQUA DI MELOGRANO....
MARQUES DEL VILLAR DE HUERGO